Dilema jurídico y económico: el paradigma del abuso de poder de un Estado contra Huawei

En este último mes, el mundo ha sido testigo de un cambio demoledor de un paradigma que ha sostenido la economía del mundo moderno. Aquí comparto mis apreciaciones al respecto.

Una imagen vale más que mil palabras.

Para entender lo que está sucediendo contra la empresa Huawei, por fuerza se debe remontar a los orígenes fundacionales del mundo moderno post-guerra mundial.

Las economías estaban quebradas y el mundo habia sido desolado por años de guerra entre estados. Se imponía reescribir las reglas. Así nacieron instituciones que fueron fundadas para regular la relación entre los estados: la ONU, la OMC, el FMI, el BM.

Todas estas instituciones tienen un punto en común. Fueron creadas para evitar otro desbalance en el frágil equilibrio que existía en la relación entre los gobiernos de los paises mundiales. Los esfuerzos se apuntaron hacia la dirección de crear reglas claras en el trato entre estados, y alejar los vaivenes de esas relaciones, de la condición emocional de quien detenta el poder en un espacio de tiempo determinado en cada país.

En otras palabras, se instaló un marco regulatorio básico que tiene por objeto evitar que gobernantes de un país caigan en la tentación de usar (y abusar) del poder que detentan, en demerito de otros paises. En la teoría suena bastante bonito. Pero es imposible de imaginar las febriles negociaciones que se dieron en los diversos foros multilaterales, con la finalidad de limar asperezas y limitar el uso del poder.

Todos estos organismos tienen un objetivo en común: La sana convivencia de los Estados.

De esas negociaciones, surgieron los organismos multinacionales y multilaterales mundiales que subsisten hasta el día de hoy. Una de las principales columnas en las cuales descansa el «estado de derecho» internacional, es la Organizacion Mundial de Comercio (OMC). Sus principales objetivos son: 1) evitar que los estados hagan «dumping» (vender un producto a un precio más bajo que el costo por producirlo), y 2) que los estados apliquen «aranceles» a productos comerciales, por razones que no sean de índole comercial.

Otra columna del «estado de derecho» está contenida en la Ley y su aplicación entre los estados. Para ello, existe un organismo internacional que tiene la función de lograr el entendimiento y cooperación entre estados, para conseguir una aplicación de la ley de forma uniforme y de manera general (nunca particular) entre ellos. Es la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La ONU es el espacio donde se discuten marcos regulatorios que deben de aplicarse de manera general entre los estados miembros. Si se aprueban, esos marcos normativos son adoptados por los estados que se adhieren a él, por lo que su observancia y aplicación, se vuelven obligatorios en sus territorios. La principal limitante en la creación de un marco normativo, es que el mismo nunca debe ser utilizado para castigar una conducta que, unilateralmente, se considere impropia (o ilegitima) por parte de un estado hacia otro.

La lógica detrás de esta regulación es simple. Por milenios el ser humano ha creado, generado y en muchos casos, inventado, supuestas violaciones a leyes y tratados, para declarar la guerra. Para lograrlo, se creaban leyes que estaban diseñadas específicamente para castigar a alguien en lo particular.

Para evitar esto, a nivel mundial se estableció un poderoso candado; las leyes, deben ser siempre de aplicación general y nunca de aplicación particular contra un caso concreto. En palabras simples, la ley debe aplicarse de igual forma para todos. La apliación de la ley no puede ser base ni excusa para iniciar una confrontación entre dos estados.

Quizá el talón de Aquiles de este sistema es que descansa en la autorregulación de los estados miembros. Existía tal aversión a la guerra y a la confrontación en los políticos de ese tiempo, que pensaron que en los años subsiguientes, por razón de las lecciones dura y costosamente aprendidas del desastre de la guerra mundial, nadie se atrevería en su sano juicio, a violentar los marcos regulatorios que se estaban creando.

La justicia es «ciega», para no hacer distinciones entre unos y otros al aplicar la ley.

Ahora bien, ya teniendo en claro las bases mundiales que regulan la relación política y comercial entre los estados, es que se puede estudiar a conciencia el fenómeno político, legal y comercial que se vive en estos días.

Hace algunos meses, USA inició una «guerra comercial» con China. El pretexto para la misma, ha sido el comercio desigual entre ambas naciones. Y dió inicio con la aplicación de aranceles reciprocos entre ellos. Esta acción iniciada por USA rompe con el paradigma del «estado de derecho», ya que al actuar de manera unilateral (sin acudir a la OMC) e imponer sanciones económicas, bajo la forma de aranceles a las importaciones de China, destruye la principal base de la relación entre estados, que es la CONFIANZA.

Aparte de esto, en los últimos días de Mayo, el gobierno de USA descalabró todo el escenario y orden institucional al decretar un «veto» a una empresa privada, acusandola de espionaje institucional. dicho veto, en su estructura central, impide que empresas de USA transfieran tecnología a empresas que se encuentren enlistadas en el «veto» de gobierno.

¿Porqué este «veto» rompe con el orden institucional? Por las siguientes razones:

  1. Se hizo mediante una «orden ejecutiva», misma que no es una ley general; este decreto fue creado única y exclusivamente para castigar a empresas so pretexto de espionaje institucional.
  2. El veto está dirigido a lesionar la relación de una empresa extranjera con empresas nacionales, en detrimento de las primeras.
  3. No se llevó un proceso de investigación previamente a la acción sancionadora; de un día a otro, se emitió el «veto» que perjudica las relaciones ya descritas.

Todas estas acciones señaladas, tiraron por la borda mas de 70 años de esfuerzos internacionales de lograr la buena cooperación y al estabilidad económica mundial, simplemente por aplicar, de manera discriminada, ley y aranceles, a casos particulares. Para el sistema legal de USA, a China y Huawei no les aplica el principio de igualdad ante la ley, puesto que los embates jurídicos y económicos, están diseñados especificamente para perjudicarles. Y todo bajo la supuesta sospecha de espionaje institucional.

Materia de razonamiento aparte, es evaluar si China efectivamente usa los terminales de celulares y equipos de internet de Huawei para espiar a nivel global. No dudo que probablemente lo hagan, pero en modo alguno USA puede decir que no lo hace; máxime a la luz de las revelaciones que el mundo pudo saber gracias al esfuerzo que realizaron personas, arriesgando sus vidas, para exponer la mayor trama de espionaje mundial de la que se tenga memoria, de parte de USA al mundo, a través de la NSA y con la colaboración (voluntaria o forzada) de empresas de software y hardware de ese país.

El nivel de espionaje de la NSA a través de PRISM es aterrador.

Mi punto es simple. TODOS ESPIAN A TODOS. Nadie escapa de ese juego de poder. Es por eso que nadie puede usar la excusa del espionaje para atacar a empresas privadas.

También es materia de estudio aparte la batalla que se libra en el mundo por el control de la tecnología 5G. Creo que todo lo que está pasando, es justamente para quitar el control de una tecnología a un pais, para beneficio de otro.

Entonces, va mi resumen; lo que está pasando es mucho más que el duelo de dos grandes luchadores se sumo. Se está instaurando un peligroso precedente. Si una persona es gobernante de un estado y por sus conveniencias puede usar el poder de ese estado para perjudicar a otros, sean estados o empresas privadas, quebrantando todo el marco de acuerdos internacionales, sólo puede quedar una cosa y es el caos jurídico y legal.

Es un retroceso a la «ley del mas fuerte». Lo poco que se habia avanzado en materia de cooperación internacional y relaciones de buena voluntad entre los estados fue tirado al bote de la basura. Porque si USA puede usar su influencia económica y su dominio tecnológico para hundir a una empresa que le es adversaria, la pregunta que viene es obligada: ¿Cuánto falta para que use ese mismo poder contra otros estados, empresas o personas?. Creo que toda Europa, Asia, America Latina y Africa deben poner sus barbas a remojar. Porque una cosa es segura. Después de estas acciones de USA, ninguna empresa, país o persona está a salvo o al amparo del imperio de la Ley. Eso se ha perdido para siempre.

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